En Virgilio, Pedro Meyer nos invita a recorrer un universo íntimo y fantástico donde la imagen, la palabra y la memoria se entrelazan.
Guiados por un ratón —heredero improbable de Virgilio, el poeta que acompañó a Dante— atravesamos escenas donde lo cotidiano se vuelve símbolo y la brevedad del aforismo abre puertas a grandes verdades.
Este volumen no es solo una suma de fotografías: es un entramado de historias mínimas, sabidurías antiguas y tecnologías del presente.
El ratón, figura central del libro y de la infancia del autor, reaparece gracias a la inteligencia artificial para recorrer catedrales, ciudades, У rincones del mundo con una mirada tan inocente como crítica.
Las imágenes que vemos no buscan documentar, sino provocar. Nos enfrentan a una “gramática del extrañamiento”: espacios conocidos, pero vistos desde una escala y una sensibilidad distintas. Como un haiku visual, cada escena condensa humor, melancolía, ironía y asombro.
Virgilio es un homenaje a los pequeños guías —ratones, aforismos, recuerdos— que nos orientan en tiempos de ruido y algoritmos. En este juego de espejos entre lo ancestral y lo artificial, Pedro Meyer nos recuerda que imaginar sigue siendo un acto profundamente humano.