Durante la década de los 80, Yuma, Arizona, se vio afectada por políticas de desregulación económica, recortes de impuestos y un aumento en el gasto militar bajo la administración de Ronald Reagan, en paralelo a una significativa migración desde México que intensificó la diversidad cultural y exacerbó las tensiones raciales y clasistas en una comunidad predominantemente blanca y heteronormativa. En este contexto, el fotógrafo Pedro Meyer capturó la esencia de Yuma y sus habitantes, incluidos los “Winterbirds”, migrantes temporales en busca de climas cálidos, a través de una lente crítica que también reflejaba su transición personal de la fotografía analógica a la digital, así como la lucha de su padre contra el cáncer, abordando la hegemonía racial y la cuestión de los ideales estadounidenses en declive.
La obra de Meyer, “Yuma 1984-1989”, trasciende el mero documentalismo para erigirse en un complejo estudio visual que abarca lo social, político, tecnológico y antropológico, mostrando la vida cotidiana en Yuma a través de interacciones sociales, prácticas religiosas y actividades recreativas. Meyer, al integrar la comunidad sin prejuicios, captura una narrativa visual rica que desafía las percepciones de autenticidad, especialmente en una era marcada por la manipulación fotográfica y el escepticismo hacia las noticias. Su trabajo resuena hoy en día, conectando con debates actuales sobre migración, las
fake news en redes sociales y el impacto emergente de la inteligencia artificial en la creación de contenidos visuales y textuales, subrayando la persistente relevancia de la hipótesis central del autor: “Una imagen no es un hecho sino apenas una opinión”.